“Somos hombres que nos levantábamos todas las mañanas a buscar trabajo porque nunca se era efectivo de ninguna empresa. Que salíamos cada día a ganarnos el mango con fuerza y maña como única herramienta. Con broncas y sus bravuras”.
Así lo cuenta Pancho Montiel…
Si uno no tuviera en cuenta las circunstancias históricas, podríamos decir que somos un movimiento espontáneo. Pero, en realidad, el movimiento está unido a lo que fue nuestra actividad gremial desde siempre en el puerto. Me refiero fundamentalmente a la agrupación sindical portuaria Agustín Tosco perteneciente al Sindicato de Portuarios (SUPA) (Sindicato Único Portuarios Argentinos) con la que nos enfrentábamos al oficialismo y a las privatizaciones que se venían en los noventa”. Fueron ellos los que empujaron el paro general por tiempo indeterminado el 13 de mayo de 1992 como una medida extrema para evitar lo que parecía inevitable.
Fuimos echados miles de trabajadores eventuales. Pero echarnos significaba, ni más ni menos, que sacarnos la tarjeta magnética que nos dabala Prefecturapara poder entrar al puerto. Finalmente con la firma de Menem y Cavallo se suspendían los convenios colectivos de trabajo de los 33 gremios del puerto.
Del padrón de 9.000 estibadores registrados en el puerto de Bs.Aires, tras el decreto y la aceptación del SUPA, sólo quedaron 1.050 trabajadores habilitados.
Darnos cuenta de la realidad fue tener conciencia
Cada uno de nosotros fue agarrando el camino que pudo, como pudo. Con toda la bronca. Siempre con una visión parcial y falsa de que eso te está pasando solo a voz, que es algo que hiciste mal. Nos costaba vernos como las víctimas de una política económica del Estado. Ahí aprendimos que tener conciencia es simplemente darse cuenta. Cuando vos te das cuenta, es que tomaste conciencia. Pero pasaron los años, esperábamos que se caiga Menem, que se caiga el otro, que cambiaran las cosas pero no pasaba nada. Hasta que pasó lo del 2001. Fue una rebelión de pibes, de estudiantes que nos sacaron a flote a nosotros. Nos dio nuevos ánimos, nos cambió el eje, nos dieron ganas de volver a soñar.
La verdad éramos un grupo de tres. Ana Gorría, Bernabé Naranjo y yo. Pero, como dijo Lenin, no éramos tres, éramos una organización de tres que es distinto. Nos dimos manija y empezamos a convocar a los demás
En mayo del 2005 fundamos el Movimiento Portuarios de Pie. Lo primero que conseguimos fue un dictamen dela Secretaríade Derechos Humanos donde reconoce que aquel decreto de Menem conculcaba nuestros derechos. Eso fue como el sable de San Martín para nosotros. Solo mostrando ese papel con el dictamen, conseguimos en pocos meses ser 120 compañeros. Lo segundo que conseguimos fue una bolsa de alimentos dela Administración Generalde Puertos (AGP) y en poco tiempo ya éramos 420. Más por la bolsa que por otra cosa. Pero ya éramos más. Después conseguimos que nos cedieran lo que era un comedor ferroportuario abandonado y lo convertimos con nuestras propias manos en nuestro comedor y local del Movimiento. Allí seguimos creciendo hasta los 5.000 compañeros y compañeras.
Con el humo de las gomas y los 6000 llegamos a las ventanas de la rosada
Para septiembre del 2006 el decreto ya estaba en el escritorio de Kirchner a la firma pero no se firmaba. 6.000 estibadores portuarios con edad de jubilarse y muchos más que nos acompañaban, pasamos por arriba dela Infanteríay rodeamosla Casade Gobierno. El humo de las gomas de autos ardiendo entró por las ventanas presidenciales y fuimos recibidos con la promesa de que en octubre se firmaba. Para octubre enla Plazade Mayo había portuarios, marítimos, navales, organizaciones hermanas, familiares, amigos y todo el que pudimos arriar para sumar 15 mil almas frente ala Casa Rosada.Así fue que el 10 del 10 del2006 alas 10 horas se firmó el decreto en el Salón Sur ante 200 compañeros adentro y miles y miles afuera.
Arrancamos el decreto 817 de reparación histórica
Nos reconocía como víctimas de la privatización por el decreto 817 con lo cual el Estado nos tenía que hacer los aportes desde el 92 hasta el2006 através dela AGP.14 años y cuatro meses para los que en esa época trabajábamos y 10 años para los que estaban jubilados. Así fue que en los primeros cuatro meses se jubilaron 2.500 compañeros con un ingreso de 4.800 pesos. Era pasar del infierno a tocar el cielo con las manos”.
¡Pero después de la victoria, marche preso!
La ANSESnos fabrica una causa y el juez nos dice que nosotros éramos desprolijos. Más que desprolijos, éramos una tribu de indios rabiosos. Si nosotros veníamos del infierno, que pretendía este juez boludo. Somos trabajadores del puerto. Conocemos del esfuerzo, de la dureza no de la prolijidad. La cuestión es que nos hacen una causa por extorsión, por estafas y no se cuantas cosas mas a raíz de una propiedad que compramos para nuestra Mutual, que todavía no tenía los papeles en regla por las demoras de la burocracia. Con la promesa de jubilaciones rápidas, tientan a compañeros para que testifiquen contra nosotros y nos armaron la causa. Nos allanaron, se llevaron documentación y nos metieron en cana a los compañeros Escalada, Naranjo y después a Ana Gorría y a mí. Nos llevaron encadenados y estuvimos once meses en Ezeiza. Tras una huelga de hambre de 23 días y con el apoyo de todos los compañeros del Movimiento logramos la libertad en octubre del 2008. Aún seguimos procesados y peleando la causa en el Consejo dela Magistraturapor todas las irregularidades que se le adjudican al juez. El mismo ministro Tomada nos reconoció que algo había que hacer para pararnos.
Nosotros presos y dejaron de pagarle a los demás.
En diciembre de 2007 los funcionarios suspendieron arbitraria y maliciosamente el pago las prestaciones previsionales dejando de aplicar las actas reglamentarias y privándonos de los correspondientes reajustes de otros 3500 portuarios que tenían el trámite iniciado en ANSES. Esta maliciosa demora del Ministerio de Trabajo en aplicar la normativa vigente, que ya lleva más de 50 meses, lesiona los derechos adquiridos de más de 3.500 portuarios y perpetúa el genocidio económico del menemismo. Pedimos que se aplique la normativa que se encuentra vigente y que estos funcionarios se niegan a aplicar, En realidad nos metieron presos para parar el proceso jubilatorio.
¿El mismo derecho de reparación les puede caber a otras víctimas de la privatización?
Ahí está el problema. Somos un antecedente para los trabajadores ferroviarios, petroleros, gasistas y todo tipo de laburantes que fueron víctimas de las privatizaciones. En este país nunca se reparó nada. Nila Semana Trágica, nila Patagonia Rebelde, nila Gran HuelgaFerroviaria de 1912 ni un carajo. Nosotros lo conseguimos de Kirchner porque sólo tenía dos posibilidades: firmaba o nos mataba a todos. Éramos una jauría de hombres desesperados. Como decía Tosco, nuestras únicas armas eran y son la verdad, la nobleza, la libertad y la igualdad. Así fue que nosotros sacamos un gremio de la tumba al que lo habían llevado los traidores que se vendieron al liberalismo. Lo hicimos renacer de sus cenizas como el Ave Fénix.
¿Qué CTA quieren?
No queremos una CTA que sólo pelee por aumentos salariales o convenios colectivos sino que fundamentalmente luche por la transformación revolucionaria de nuestra Patria. Por la recuperación del patrimonio nacional por parte del Estado, la flota mercante, YPF, los puertos, la flota fluvial, los ferrocarriles y las comunicaciones que hoy están en manos de los monopolios, socios de los neoliberales y vende patria. Queremos una Central que profundice la lucha por la creación de fuentes de trabajo para que cientos de miles de compañeros tengan condiciones dignas de vida, salud, vivienda, educación y que se organice para alcanzar la verdadera justicia social.
La Federación: “Un sueño hermoso”
“El hecho de haber entrado ala Centralnos da una visión distinta. No estamos solos. Por eso queremos hacer una Federación de obreros marítimos y navales con los trabajadores de los puertos de Alto Verde, Santa Fe, Paraná, Concepción del Uruguay, Ingeniero White, Mar del Plata, Río Santiago, Campana, Zárate,La Plata, Beriso, Ensenada, San Martín, San Lorenzo, Ituzaingo, Lima, Misiones, Barranqueras-Chaco y Corrientes. Una federación sería una herramienta real y concreta para liberarnos de la lacra de la burocracia sindical”.
“Uno de los grandes motivos de nuestra felicidad es estar de nuevo en el puerto. Y aunque ya no trabajemos, tenemos una enorme incidencia en los jóvenes que sí lo hacen. Acá estamos para ayudarlos”.
Extracto de una nota de Marcelo Paredes (ACTA)