Durante el mediodía de hoy, un centenar de trabajadorxs estatales, choferes de colectivos, docentes, obreros del neumático, municipales y diferentes agrupaciones se movilizaron al cumplirse un nuevo aniversario del asesinato laboral de Diego Soraire (INTA Castelar), Richard Alcaraz (construcción) y David Ramallo (Línea 60) el 9 de septiembre de 2016.
Una mala coincidencia hizo que la desidia patronal se cobrara la vida de estos tres trabajadores hace ya 6 años. Rápidamente, sobre todo a partir de la organización gremial en INTA Castelar y del cuerpo de delegados de la Línea 60, se formó el espacio Basta de Asesinatos Laborales (BAL). Allí no solo encontraron un canal de lucha y organización familiares y compañerxs de trabajo de estos trabajadores fallecidos, sino de otros sectores que también habían padecido esta temática. Confluyeron con trabajadores municipales de Avellaneda, docentes del Suteba y la secretaría de Higiene y Seguridad del Sutna, entre otros sectores. También con el Taller de Estudios Laborales (TEL) y el colectivo de cine militante Silbando Bembas. De este modo lograron poner en pie esta referencia en el seguimiento, reclamo y capacitación de la temática de la salud laboral, acompañar los reclamos a casos como el de Brian «Mechi» Cantero, los hundimientos de barcos en Mar del Plata, entre tantos otros. En estos años de pelea por conseguir justicia contra la desidia patronal, sistematizaron una gran cantidad de datos sobre la muerte relacionada a las condiciones de trabajo, presentando 3 anuarios con los nuevos casos.
Desde la primer presentación del anuario en 2018 dieron cuenta que los casos no hacen más que subir: 375 trabajadorxs ese año, 534 en 2019 (cada 14 horas alguien murió en su puesto de trabajo). Ese año incluso logrando una contabilización más exhaustiva que la propia Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT), el ente estatal encargado de supervisar las cuestiones ligadas a la seguridad laboral. En 2020 fueron 985 los asesinatos laborales, contando incluso aquellos casos en los que los contagios se dieron en sectores forzados a tener que asistir a los lugares de trabajo durante lo más duro de la pandemia. Desde BAL, además, alertaban sobre el sub-registro que hay dado, no solo los casos de coronavirus, sino a la informalidad laboral que existe en nuestro país, en donde casi un 50% de la masa laboral trabaja en forma no registrada.
Tras 6 años de aquel fatídico 9 de septiembre de 2016, BAL y distintos sectores de trabajo realizaron una movilización que comenzó con una misa en conmemoración a David Ramallo, en la cabecera de la Línea 60 en Barracas. Luego se continuó con una agitación en la sede de INTA sobre la av. Rivadavia al 1400, en donde hicieron uso de la palabra familiares y compañeros de Diego Soraire. La columna se desplazó hasta las oficinas de la SRT en la calle Sarmiento, donde trabajadores de la 60, Suteba, Sutna, del Ministerio de Trabajo le pusieron voz al acto, en donde anticiparon que en octubre se realizará una nueva presentación del anuario de casos y adelantaron que los casos 2021 arrojan la impactante cifra de una muerte cada 8 horas. La concentración cerró con unas muy conmovedoras palabras la mamá de Mechi Cantero. El común denominador del acto fue el llamado a la organziación de lxs trabajadorxs para tomar este tema en sus manos, única forma de parar la prepotencia patronal -para quienes somos un número más-, sabiendo que las burocracias sindicales poco y nada hacen por condiciones seguras de trabajo y que el Estado es actor y cómplice de este «genocidio por goteo» que sufre la clase trabajadora en todo el mundo.
Desde El Roble acompañamos y alentamos la pelea de los trabajadorxs de todos los sectores en unidad contra los asesinatos laborales. Porque defender nuestros intereses no es solamente pelear por salario: las ganancias capitalistas también se sostienen con condiciones más precarias de trabajo, y fundamentalmente porque es profundamente injusto y violento que tengamos que dejar la vida trabajando. Como dicen en BAL «si es evitable ¡No es accidente!».
Por Facundo Anarres.