Desde hace cuatro años que la patronal comenzó con las irregularidades en los pagos. Trabajadores y trabajadoras denuncian que la situación empeoró con la pandemia.
La clínica privada Constituyentes de la familia Piccinin ubicada en Morón -oeste del Gran Buenos Aires- emplea a unos 400 trabajadores y trabajadoras, que incluyen distintas áreas como cirugía, atención de terapia intensiva, enfermería, personal de rayos, atención de ART, administrativos y limpieza. Una de las trabajadoras nos decía “estamos reclamando nuestro salario, que se nos pague en tiempo y forma porque nosotros venimos a trabajar todos los días pero ya no podemos solventar nuestra vida”.
La patronal de los Piccinin cobró nueve meses de ATP en 2020 y ocho meses de Repro este año, aún así recurre a la especulación y la dilación en los pagos salariales. De este modo, pago el sueldo de Julio en cuatro cuotas, deben agosto, aguinaldo y cuatro meses de horas extras (que además pagan en negro). Deben además el bono por trabajadorxs esenciales, entre otras cuestiones ligadas al salario.
Uno de los delegados ATSA (sanidad) nos decía que “con el tema de la pandemia, aumentaron los contagios y por lo tanto hay un déficit de atención porque la gente prefiere no venir a trabajar aunque haya horas extras para hacer porque saben que no las van a cobrar, obviamente prefieren quedarse con sus familias, todo gracias a la irresponsabilidad de la empresa”.
Consultando con algunxs de sus trabajadorxs, señalaban que el manoseo de la patronal para retrasarse en los pagos de sueldo son frecuentes. “Nos mienten en la cara, aunque ni siquiera llevando adelante este plan de lucha dejamos de atender a los pacientes que son lo primordial; hoy que paramos y marchamos seguimos atendiendo las guardias”.
En este marco el pasado miércoles 3 de septiembre iniciaron un plan de lucha con un paro de 24 horas -que se suma a otros 16 paros que realizaron en lo que va de la pandemia-, una movilización para llevar sus reclamos a la Secretaría de Trabajo del Municipio de Morón. Allí consiguieron ingresar sus denuncias y tener una audiencia con representantes de la cartera laboral y la patronal. Organizados en asambleas, decidieron otra movilización para acompañar dicha audiencia.
El miércoles 8 se realizó el encuentro, pero la patronal se ausentó. Solo quedaron promesas de que la semana que viene se pague la parte adeudada del salario de agosto y sin demasiadas respuestas sobre los demás puntos reclamados. Lxs trabajadorxs realizaron una nueva asamblea donde acordaron dar continuidad al plan de lucha con una nueva movilización para el miércoles que viene para presionar la reunión con las partes y conseguir respuestas favorables.
Tal como ocurre en otros sectores de la salud, queda al descubierto la fragilidad del sistema sanitario nacional, que si funciona es gracias a sus trabajadorxs que desde el primer momento son quienes ponen el hombro. Desde el periódico El Roble llamamos a solidarizarnos con la pelea de todxs lxs trabajadorxs de la salud y quedamos a total disposición de lxs compañerxs para difundir su lucha.
Por Facundo Anarres.