Con pronóstico de precipitaciones y chubascos, la Unión Obrera Metalúrgica movilizó nuevamente al Ministerio de Trabajo de Callao 114, para acordar un aumento salarial adicional en un 20% que lleve el arreglo paritario al 65% en todo el año, muy por detrás del 80% que se teme para el 2022.

La dilatación del acuerdo, la negativa a reconocer el atraso salarial frente a un proceso inflacionario que licúa el poder de compra profundiza la grieta entre los sectores de base y sus direcciones. Pese al recambio del último congreso metalúrgico que eyectó a Antonio Calo, la nueva conducción en poco se diferencia. Por caso, tanto Abel Furlán como Naldo Brunelli, ambos fueron parte del aparato dirigencial desde hace años y los dos con buenos lazos con el magnate del acero, Paolo Roca, de cuyas fábricas surgieron al ruedo sindical.
Para muchos el acuerdo es más que seguro que salga, algunos sostienen que las diferentes reaperturas acordadas en diferentes gremios no se diferencian del número solicitado por el gremio metalúrgico. Las patronales, sin embargo, sostienen que esos porcentajes son difíciles de afrontar, cosa que se pone en duda al ver la producción en las fábricas y talleres, son muy pocas las que no recuperaron su producción pre pandemia, e incluso muchas las aumentaron. Pese a todo, se espera un acuerdo ya que alguna medida de fuerza, por más mínima, afectaría esa producción. Flota el fantasma de situaciones anteriores en dónde, sin arreglo, se impulsaba algún plan de lucha, frenados por conciliaciones obligatorias y luego levantados por acuerdos sorpresas. De este modo las empresas ganaban más tiempo y se aseguraban la contención del enojo con las rebajas salariales.
La tumultuosa y ruidosa columna que acompaña la negociación sindical, delegados de seccionales de Buenos Aires, esperan su conclusión favorable, claro que en el mejor de los casos, un hipotético arreglo tal como lo pide la actual conducción -se habla de un 10% en octubre y un 10% en diciembre y posible revisión en enero del año que viene-, aún así estaría perdiendo en el actual contexto.
Por La voz del Obrero, 26 de julio 2022.