En la actualidad el movimiento obrero se encuentra organizado en sindicatos regulados por el Estado a través de la ley de asociaciones profesional, y políticamente dividido en cinco centrales sindicales.
Para colmo, ninguna de estas centrales defiende un programa clasista, es decir, conformado exclusivamente por reivindicaciones y con métodos de la clase obrera, sino que mezclan reclamos y métodos de nuestra clase con otros propios de distintas fracciones de la burguesía.
Ninguna de las centrales sindicales, dirigidas por burócratas, plantea que la clase obrera debe gobernar y que se debe acabar con la explotación del hombre por el hombre, sino que a lo sumo aspiran a mejorar algunos aspectos del sistema actual y para ello apuestan al ascenso al poder de uno u otro sector de la burguesía.
Esta situación, de dispersión del movimiento obrero y de ausencia de direcciones clasistas, tiene sus causas, y hay que buscarlas en procesos históricos que vienen desarrollándose desde hace años, en el fracaso de las experiencias socialistas tal como se dieron y en nuestro país, en la derrota sufrida por los trabajadores y el pueblo en los ’70 y luego en los ’90 con el menemismo.
Desde 2004/5, viene surgiendo con fuerza una nueva generación de trabajadores, a la que la burocracia le cuesta contener y que ha protagonizado importantes luchas y obtenido algunos bastiones dentro del movimiento obrero, en especial en la industria: Sutna de San Fernando, Kraft, Lear, Paty, Línea 60, Emfer, etc. etc. etc.
Es necesaria la unidad, de eso no tenemos ninguna duda. La pregunta es ¿cómo llegar a esa unidad? Muchas veces en estos últimos diez años se han convocado encuentros, desde uno u otro sector en lucha, con el objetivo de unificar el clasismo y el sindicalismo de base antiburocrático.
Los encuentros nacidos de la vanguardia, del activismo, son muy valiosos; pero por sí solos no han logrado llevar a la unidad sino por el contrario muchas veces han desunido más y alejado compañeros y sectores enteros del clasismo y de la izquierda.
Es FUNDAMENTAL llevar el debate de la unidad al conjunto de los trabajadores de las fábricas, empresas, institutos, escuelas, etc. donde el clasismo tiene representación sindical, y lograr, en un debate franco, en ASAMBLEA, un MANDATO con el cual participar de los encuentros.
Conformar en el encuentro una mesa representativa, con participación de un representante de cada sector, sin distinción ideológica ni partidaria. Que esa mesa pueda tomar todo lo debatido en las reuniones plenarias, muy importantes, pero también y principalmente, tome los distintos mandatos de base, PARA PODER SINTETIZAR, consensuar, unir.
No sirve que cada partido que tenga en sus filas a parte de la vanguardia obrera, convoque un encuentro de unidad, así no unimos nada.
En ese sentido hay que reconocer que la convocatoria del SUTNA de San Fernando surge como resultado de una asamblea de los trabajadores de FATE, eso es un hecho insoslayable y que hay que imitar. Como contrapartida, la convocatoria de la comisión Interna de Kraft, surge sólo de este órgano, representativo, pero menos que una asamblea. Por lo cual nuestra propuesta es que el encuentro convocado por la Interna de Kraft, que ha reunido muchos y muy valiosos activistas, incluyendo a las combativas obreras de Kronberg, se una al encuentro convocado por el SUTNA.
Ampliar la mesa del encuentro a los compañeros y que dicha mesa ampliada comience a trabajar para de acá a fin de año elaborar un pliego reivindicativo consensuado entre todos los sectores que lleven mandato de asamblea de trabajadores.
Mientras tanto, seguir trabajando sobre la base de los ejes de impuesto a las ganancias y asignaciones familiares. Lo cual no quita que puedan tomarse otras cosas, como sucedió con la marcha por el desprocesamiento de los petroleros de Las Heras, a la que el encuentro del SUTNA apoyó.
Por Emma, Nano y Fernando Fierro
Periódico El Roble 