Ya son 5000 los suspendidos en la industria automotriz

Esta industria que viene obteniendo ganancias record en los últimos años es la primera en suspender trabajadores en tiempo de crisis.

La industria automotriz es de las más concentradas, son una docena de terminales automotrices que monopolizan el mercado, pertenecientes en su totalidad a capitales extranjeros. Depende de las terminales alrededor de cuatrocientas empresas autopartistas, de tamaño e importancia variable, las más grandes de capitales también de capitales extranjeros.

La crisis golpeó primero a la fabricación de vehículos livianos, por la disminución de las compras de Brasil. Pero también como México no puede exportar tanto a Estados Unidos y pretende ubicar su sobrante en nuestro país, se ha roto un acuerdo de libre comercio con ese país.

En concreto y para el trabajador de la rama, el panorama es negativo: Fiat en Córdoba ha suspendido a 2000 obreros; Renault en esa misma provincia, 1700; Peugeot, se encuentra trabajando con dos turnos de 6 horas. Al cierre de esta edición Ford no ha suspendido, pero de Brasil han recortado en 10.000 unidades el pedido de nuevo Focus, que está empezando a fabricarse en Pacheco.

En mayo de 2011 se exportaron 38.000 automóviles livianos, mientras que en mayo de 2012 solo salieron del país 14.000. En los primeros cinco meses de 2011 se produjeron 222.000 automóviles, mientras que en los primeros cinco meses de 2012 sólo 187.000. Es decir, la producción cayó un 16%. Pero si tomamos mayo de 2012, la caída fue del 33% respecto de igual mes del año 2011.

Esta caída en la producción impacta en la rama autopartistas, que provee de piezas a las terminales: la cámara empresarial de este sector calcula 1000 suspendidos (y seguramente son más). ¿Y cuántos trabajadores en negro han quedado en la calle? Ellos no figuran en las estadísticas.

SMATA y UOM como sindicatos mayoritarios del sector automotriz, deberían exigir que no haya despidos ni suspensiones, sino reparto de las horas de trabajo sin disminución del salario. Estas grandes empresas extranjeras pueden afrontar este gasto mayor en salarios sacrificando una mínima parte de las ganancias que se han llevado del país a lo largo de estos años, sin necesidad de recurrir al REPRO que pagamos todos con nuestros impuestos.

Empresa que presente quiebra, que sea expropiada por el Estado sin pago, y gestionada por los trabajadores. Si es necesario, reconvertida para la fabricación de bienes que necesite la población.

Por Javier

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